Aldibernardo

Aldibernardo, no puede resistir la tentación de probar la pola del doctor, y se le hace un hueco entre las piernas, pues su verga es tan gorda que apenas si le entra en la boca. El doctor no puede crer lo que ve cuando la enfermera entra a la habitación con un enorme rabo, un verdadero nabo que apenas si le entra en la boca. El doctor no se aguanta más y se le abalanza en el sofá, dándole una buena repasada. Le come toda la pola, y la pone a cuatro patas y se la mete a lo bestia, haciendo que la enfermera grite como loca, toda una guara, pero con el coño tan dilatado que se la mete hasta las bolas, y la vuelve a poner en cuatro para darle duro, coriéndose una y otra vez sobre su abdomen, Whorny peludo COÑO no puedo dejar de correrse.