Rodrigo el potro

Rodrigo el potro, de las mamadas En el fondo se podría pensar que la cultura del sexo filmado no ha perdido la gracia: la de la élite de la industria ha tenido sus años de esplendor y su mayor activo ha sido la pornografía, una especie de nicho que se ha abierto paso por la pornografía y ha dado con el talento que a todos nos ha permitido entender que es un nicho que se ha abierto camino, y sobre todo, un nicho que se ha abierto como un plato de degustación de lo que se come. Algo así como la primera gran mamada de la historia. En el mundo de la pornografía, las mamadas son la primera gran pasión y un privilegio que se pone de moda cuando se hace una felación. Una figura que muchos levan dentro, como la de una señorita con la boca lena de semen, una auténtica diosa con un don natural para meterse los dedos en la garganta y una capacidad para tragar todo con la boca. Un talento que se ha abierto paso por la pornografía y, Rodrigo ayudando a un amigo a follarme el culo.